sábado, 27 de abril de 2013

LOS TRES LOBITOS Y EL COCHINO FEROZ

COMPARTIMOS UN NUEVO ENCUENTRO CON INICIAL...

Los "pibes" de sexto A trabajaron con mucho entusiasmo y les narraron un lindo cuento a los chicos de inicial 5. A. de la maestra Mónica.
A continuación le mostramos la adaptación de dicho cuento"LOS TRES LOBITOS Y EL COCHINO  FEROZ" sus dibujos y una foto de los participantes...
Fue toda una experiencia sumamente divertida para todos!!! que se repita!!!.

LOS TRES LOBITOS Y EL COCHINO  FEROZ
Había una vez tres tiernos  lobitos  que vivían con su mamá. El primero era todo negro, el segundo era de color gris y el tercero era blanco como la espuma, como la leche y como el algodón.
Un día su mamá loba  llamó  a  los  tres lobitos y les dijo que tenía que decirles algo. –Hijos creo que es hora de que abandonen la casa y salgan a conocer y recorrer el mundo. Quiero que vayan y construyan su propia casa para vivir pero tengan muchooo  cuidado  con el cochino feroz.
Los lobitos-No te preocupes madre tendremos mucho cuidado se despidieron  y se fueron.
En el camino encontraron un canguro que estaba empujando una carretilla llena de ladrillos.los lobitos le preguntaron si podría regalarles algunos.
El canguro aceptó con mucho gusto y ellos empezaron a construirse una linda casita de ladrillos.
Al día siguiente muy temprano el cochino feroz que andaba dando vueltas por el camino vio la casa de ladrillos y comenzó a acercarse  .Al verlo venir los lobitos que estaban jugando en el jardín  corrieron y se encerraron.
El cochino golpeó la puerta y  mientras golpeaba gritaba déjenme entrar, déjenme entrar   si no me dejan derribaré la casa. Comenzó a soplar y soplar pero la casa no se caía entonces el cochino feroz trajo un martillo y de tantos golpes que dio la casa se cayó.
Los  lobitos  muertos de miedo huyeron y siguieron por el camino mientras  caminaban iban hablando de construir un casa más fuerte.
La suerte quiso se encontraran con un castor que estaba trabajando con cemento y le pidieron  les regalara un poco.
Nuevamente los lobitos se pusieron a trabajar y construyeron una casa más fuerte de cemento.
El cochino que andaba dando vueltas al ver la casa intentó soplarla y por más que lo hacía la casa no se movía  furioso se fue corriendo a buscar un taladro y así logró  destrozar toda la casa.
Los lobitos pudieron escapar pero  ya no sabían que hacer. Un rinoceronte camionero que por allí pasaba les ofreció alambres, chapas de acero, cadenas  y candados.
Los lobitos pensaron que ahora si podrían estar tranquilos,  seguros y protegidos.
El cochino feroz apareció de nuevo y esta vez más furioso que nunca comenzó a soplar y soplar y cuanto más soplaba más se enojaba porque la casa no se caía. El cochino se fue a su lugar buscó dinamita la puso al lado de la casa,  prendió la mecha y la casa explotó.
Los lobitos pensaron en buscar otra solución para  poder sentirse seguros y poder vivir tranquilos en una casa. Continuaron caminando y vieron un flamenco  que llevaba flores y al verlo se miraron y pensaron  que quizás así se terminarían los problemas.
La casa les quedó hermosa llena de  colores y  ricos perfumes por todas las flores.
El cochino feroz se acercó a la casa y comenzó a soplar y cada vez que lo hacía  las flores iban soltando su perfume. El cochino atraído por el aroma comenzó a olfatear y tanto olfateó que su corazón  se enterneció.
Entonces se convirtió dejó de ser un cochino feroz y pasó a ser un cochino bueno que comenzó a cantar y comenzó a bailar.
Los lobitos lo miraban y no entendían nada no sabían si confiar o no pero pronto se dieron cuenta que era verdad y entonces se pusieron a jugar con él. Jugaron tanto y durante tantas horas que al final se cansaron  y resolvieron todos entrar a la casa.
Desde ese día viven todos juntos y felices para siempre.
Colorín colorado este cuento se ha acabado

                        Adaptación del cuento de Eugene Trivizas y Helen Oxenbury


2 comentarios:

  1. que bellesa no lo creo empezando por que es la de los tres cerditos al reves terminando por solo ser un niño

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